En ocasiones cuando hacemos una visita a cualquier edificio monumental se nos escapan detalles que tienen su importancia en el conjunto.
Este es el caso de los azulejos que forman parte del zócalo o de otros espacios en monumentos como el Monasterio de la Cartuja.
A poco que prestemos atención a estos "pequeños" detalles podremos descubrir la riqueza artísticas de estas piezas cerámicas.
La variedad de trazas, de temas, de colores, pone de manifiesto la labor de los artesanos creadores de estas hermosas piezas.
Lástima que por desconocimiento o por desidia ejemplares valiosos de la azujelería sevillana de otros tiempos se hayan ido perdiendo o yendo a parar a mano de particulares lo que hacen muy difícil la observación del público en general.