Salimos desde Zamora bien temprano, nuestro destino ere Montamarta pero después de considerar las condiciones que ofrecía el albergue decidimos continuar más adelante. Fueron unos buenos kilómetros. Llegamos a un pueblo, a veces me resulta difícil recordar los nombres de todos los pueblos por los que he pasado, pero en este tuvimos que esperar un buen rato para conseguir las llaves del refugio de peregrinos.
El refugio era una nave en la que sólo había una cama vieja y dos sofás desvencijados. por no haber no había ni agua caliente.
Pero buen al menos teníamos un techo donde guarecernos durante la noche en compañía de una pareja; ella era checa, él no sé muy bien de donde era.
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