En medio de cualquier camino, párate a pensar qué hay de ti en el mismo.
Qué huella dejaron otros, mucho antes; qué dejarás a los que tras de ti camine por la misma senda.
Somos parte de esa Naturaleza que nos sorprende y en ella dejamos fiel reflejo de nuestro comportamiento como seres racionales.
Ella, la Naturaleza, nos ofrece a manos llenas su verdad y su belleza, su aportación a nuestro sustento. Pero, ¡ pobre de aquellos que sin más, en beneficio propio, sin respeto, hacen un uso irracional de ella!.
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