Debido a su situación geográfica Capadocia sufrió numerosas invasiones de pueblos extranjeros.
Entre los siglos VII y XII los pueblos de Capadocia construyeron auténticas ciudades subterráneas.
Hay más de diez de ellas
La de Derinkuyu tiene hasta trece plantas subterráneas
Se cerraban con unas puertas de piedra excavadas en la misma roca parecidas a las de los molinos
Gracias a sus chimeneas de ventilación se podía respirar hasta las últimas plantas de las ciudades