Los altos minaretes sobresalen en el paisaje urbano de pueblos y ciudades delatando la presencia de las mezquitas. Desde los balcones el muecín llamará a la oración a los creyentes.
Interior de una mezquita en Estambul, donde destaca el uso del arco y la cúpula con dovelas de dos colores junto al uso de las vidrieras para dar claridad a la sala de oración
Detalle del patio de las abluciones.
El musulmán, antes de entrar en la mezquita, debe llevar a cabo el precepto coránico de lavar su cuerpo.
En el interior de la mezquita se va descalzo. Observamos el muro de la qibla y las alfombras que cubren el suelo.
El imán ocupará un lugar destacado para dirigir el rezo
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