Por fin llegó el momento en el que iniciar la aventura. Después de una larga noche de autobús llegué a León. Lo primero que hice fue dirigirme a la Cafetería de la Estación de Autobuses de León y desayunar; allí un agradable señor me indicó la dirección que debía tomar para llegar hasta la Catedral y, desde allí, iniciar mi Camino.
Fue el primer contacto con el Camino y, no pudo ser más alentador.
Despúés de recorrer algunas calles y avenidas de la capital castellana y pasando por delante de San Marcos avancé por el camino, por el que iban bastantes peregrinos.Me esperaban algo más de veinte kilómetros hasta Villadangos del Páramos.
Lugares llenos de encanto y de gran belleza iban sorprendiéndome a cada paso
Junto a la compañía de otros peregrinos, a los paisajes, a los pueblos y ciudades el ambiente que se crea alrededor del Camino forma parte de los recuerdos que ya quedan en la memoria del caminante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario