viernes, 19 de julio de 2013

CAMINO PRIMITIVO.- ( III )

Salí desde Cabruñana después de haber dormido bien en el albergue la noche anterior. Las nieblas seguían acompañándome buen rato. Los primeros kilómetros hasta Cornellana los hice por carretera, eran unos cinco kilómetros no muy exigentes.
 
 
 
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Ya en Cornellana pasé junto al Monasterio de San Salvador. Desde la altura ofrecía una imagen hermosa.



Diferentes constricciones tradicionales aparecían en el Camino. De algunas no llegaba a saber su verdadera utilidad aunque podía imaginarla.

 
Salas es una localidad asturiana muy curiosa. Aquí, entre otras muchas cosas, la vista disfruta con el río y sus puentes.

 
El peregrino, en su caminar, encuentra personas que generosamente le ofrecen conversación y le informan sobre aspectos curiosos. En las guías del Camino se hace referencia a un dulce propio de este pueblo, los carajitos del profesor.
Entré en el local en el que venden; una señora mayor muy amable me relata la historia de tan peculiar delicia gastronómica. Son esos detalles que el peregrino agradece.

 
Salas posee un casco antiguo en el que llana la atención elementos arquitectónicos como la iglesia, la torre, el arco por el que pasarán los peregrinos. Retazos de la historia de estas tierras.

 
Y.... la sidrina.
 
 

2 comentarios:

Rosa dijo...

Fueron etapas muy bonitas a pesar de las "repechiños" que nos decían que había. Acababa el día muy cansada pero merecía la pena por lo precioso que es el paisaje y las gentes que conoces.

Anónimo dijo...

Fueron etapas muy bonitas a pesar de las "repechiños" que nos decían que había. Acababa el día muy cansada pero merecía la pena por lo precioso que es el paisaje y las gentes que conoces.