Salgo de Vilalba con la intención de llegar hasta Miraz y de esta forma dividir la larga etapa que debía llevarme a Sobrado dos Monxes en dos.
Se me hizo un poco largo el camino; paré a almorzar en Bahamonde donde comí el mejor pulpo a la gallega de mi vida. El almuerzo lo hice en un lugar muy particular; el dueño del restaurante es un hombre de aspecto bohemio y según me dijo y pude comprobar escribe poesía.
El restaurante es un verdadero museo etnográfico , lleno de recuerdos , fotografías , etc.
En Miraz encuentro un diminuto albergue regentado por una comunidad inglesa. Se encuentran en él dos hombres maduros; son dos ingleses a los que parece que les cuesta trabajo hablar español.
Me ofrecen la cena y por me indican que por la mañana se puede desayunar allí, y todo por la voluntad.
Después de cenar salgo con mis "amigos " peregrinos a tomar una copa en el que debe ser el único bar de la localidad. Junto con uno de los peregrinos, que es de Orihuela comenzamos a recordar poemas de Miguel Hernández hasta que nos indican que debemos ir a acostarnos porque es tarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario