Hoy saliendo de Sobrado llegaré hasta Arzúa; de esa manera enlazaré con el Camino Francés para llegar hasta Santiago.
Los paisajes gallegos, a pesar de la acción del hombre, siguen teniendo un encanto especial.
En su soledad el peregrino va acompañado en las amanecidas por el murmullo de los arroyos, el sonoro canto de los pájaros, el aletear de las ramas y las hojas de los árboles mecidas por el viento. Todo esto forma parte de ese atractivo que tiene el Camino; a ello hay que añadir los recuerdos y las vivencias vividas por cada uno. Hasta los más humildes olores, del ganado, del heno recién cortado, de la leña que arde en el hogar...
El Camino Francés es el más transitado, en él el peregrino pierde algo de su soledad pero a cambio recibe la complicidad de otros muchos que como él ansían llegar a su meta , Santiago.
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